La convocatoria tuvo bastante éxito, y sobre las 9:30 de la mañana éramos un buen grupo jugón formado por Cristóbal, Carlos, Víctor, Lethan y un servidor.
El primer jueguecillo en ver mesa fue Mogel Motte. Un filler que según me decían está causando furor por aquellos lares. La explicación de reglas iba conforme a todo filler, hasta el "detalle surrealista" y que da TODA la esencia a este juego. Mogel Motte es el típico juego de ganar a través de ir soltando en tu turno cartas de tu mano, con el objetivo de quedarte con la mano pelá. Pues bien, en el juego, PUEDES tirar/deshacerte de cartas de tu mano!!
Vamos, pa mear y no echar gota! Claro está que durante la partida hay un jugador que ejerce de vigía y que si te ve tirando la carta te penalizan en el juego, pero imaginaos el cachondeíto de los jugadores tirando las cartas debajo de la mesa cuando el vigía de turno mira hacia otro lado, o mientras otro jugador lo distrae.
Qué de risas! Me gustó bastante. La única pega es que cuando acaba cada ronda toca levantarse y recoger todas las cartas. La mayoría suelen estar debajo de la mesa, pero otras pueden llegar bastante lejos.
Tras las risas del filler tocaba algo más serio, y le metimos mano a Ra, de R.Knizia.
Me encantó catar este juego porque para empezar llevaba muchísimo tiempo queriendo jugarlo. No me gustan los juegos de subastas, pero por algunas cosillas que había leído tenía esperanzas de que este fuese EL JUEGO que rompiese la lanza a favor.
Pero veamos qué nos cuenta Knizia sobre su juego...
Mi veredicto? Ra es un gran juego de subastas. Objetivamente me parecio tal, y hasta el dia de hoy y que recuerde ahora mismo, es el juego de subastas de cuantos he probado que más me ha gustado, peeeeeero, no lo suficiente como para que saliese flipando con el juego.
De hecho he estado a punto de comprarme este juego varias veces y tras la partida zanjé que no vendría a mi ludoteca. No le diría nunca que no a una partida, porque reitero me gustó, pero no tuvo esa chispa suficiente.
Seguramente sea muy tiquismiquis, pero que un jugador o varios puedan estar tanto tiempo mirando en la partida porque ya han jugado todas sus fichas me pareció bastante rollillo. Que sí, que alguien que juegue bien a esto me dirá que es que ha jugado mal, no lo dudo, pero me gusta que la gente esté continuamente metida en la partida tomando decisiones, y no en modo espectador durante unos buenos minutos.
El siguiente juego que salio a la mesa fue de nuevo un knizia; Gladiator.
Mis compis de Málaga city no habían catado esta carnicería de juego, y allá que nos dimos de hostias en la arena romana.
La partida transcurrió fluídamente, con las risas características de cuando revientas a alguien y los pucheros de cuando te arrasan. Y en esto Cristóbal estuvo sembrao, ya que a mitad de partida tenía prácticamente la victoria asegurada. Carlos se hacía con el 2º puesto, mientras que Víctor, Lethan y yo competíamos para no sufrir la humillación del último puesto. Al final Lethan se libró con 11 puntitos, mientras Víctor y yo quedamos dando pena a la par, con 10 pts. Así quedó la arena tras la masacre:
Para terminar la mañana, ¿qué mejor que jugar a un juego que ha propuesto el anfitrión y que tiene por nombre su 1er apellido? era el turno de Santiago.
Este juego, de horrible portada, fue el mejor descubrimiento del día. Santiago es un juego de losetitas, de ir cultivando la tierra a la vez que procurando regarla, para que te de más beneficio. Tiene una subasta inserta que me gustó mucho, y le da toda la vidilla al juego, pero además tiene más cosillas que llevar pa´lante, como diferentes tipos de cultivo, la multiplicación de los beneficios según donde coloques las losetas. Todo ello aderezado con unos componentes dignos, muy coloridos, y con el placer de que dicho juego vaya fenomenal a 5 jugadores.
Una joyita en toda regla! que me dejó un excelente sabor de boca de camino a casa, y con ganas de más por supuesto. Además y más importante, que fue un verdadero placer volver a jugar con mis compis malacitanos. Ya sabéis que en unos días nos vemos!
Un saludo jugones!